Hoy se publica oficialmente
Respira y llega a todas las librerías en papel. Por fin, la historia de Eri Nakahara
y Kaoru Hanazawa deja de ser solo mía.
La idea inicial de este proyecto
fue muy sencilla (aunque luego se complicara): dos personas que aprenden a respirar
de nuevo cuando se encuentran.
Ya sabéis que ha sido una obra
por encargo. Tenía tres requisitos que cumplir: que fuera una novela corta romántica,
que no me pasara de cierto número de palabras y que estuviera ambientada en una
ciudad (yo elegí Kyoto). De esos requisitos cumplo, más o menos, uno y medio.
Es una novela romántica pero no solo hay amor, también hay historias de
fantasmas y persecuciones por tejados, así que no es una novela romántica al
uso. Sí que es una novela corta pero me pasé un pelín del límite de palabras y,
por suerte, la ciudad en la que se desarrolla la historia sí que es Kyoto (aunque
también hay una mención a Nara, la ciudad de los ciervos, porque era demasiado
bonita como para que no apareciera).