Os he hablado mucho de Joren y de
lo enamorada que sigo de ese personaje; pero hoy me gustaría contaros más,
mucho más; sobre el resto, sobre el invierno en Dinamarca y los aviones que
sobrevolaron sus cielos un día. Quiero contaros lo que esta historia significó
para mí, y lo que aún significa.
Un día de invierno tiene muchas lecturas; si lo habéis leído
sabréis de lo que hablo, y yo siempre procuro no pronunciarme, porque creo que
lo especial y lo bonito es que cada uno haga la suya propia. Sin embargo, para
mí, hoy solo tiene una.